Cuando en 2020 nos quedamos todos encerrados en casa decidí que aprendería a hacer 

muchas cosas que hasta ese momento había ido aplazando... ¡y una de esas cosas era coser! Por eso gracias a un hilo y una aguja aquellos días tan tristes fueron más fáciles de pasar.

Fui aprendiendo sobre la marcha: me imaginaba vestidos lujosos, brillantes, dorados... y todas estas ideas al final se reflejaron en una primera chaqueta de estilo barroco. Contento con aquel primer resultado tomé confianza para seguir decorando y confeccionando otras chaquetas. 

Cada pieza tiene meses de trabajo… ya que tengo que encontrar los materiales, buscar inspiraciones, realizar el figurín, coser y comprobar que sea resistente para aguantar los viajes en furgoneta y las actuaciones. Sin embargo es un trabajo que me encanta hacer, porque he descubierto un mundo de creación infinita y es un camino que no sé a dónde me puede llevar.